martes, 13 de noviembre de 2012

ECLIPSE


Se cierran mis parpados ante la noche,
mis oídos quedan sordos de silencio,
mis labios, mudos, guardan tu nombre.
La Luna, besa mi frente,
dejando la huella del eclipse en mis sueños.

© Luisa López Gómez

lunes, 12 de noviembre de 2012

TAN SOLO ES, MI ESTADO DE ÁNIMO


I

En esta tarde abrumadora,
donde tan solo me acompaña la soledad
y el hechizo silencioso de unas letras,
donde la rutina de una tila
se convierte en mi cloroformo por unas horas,
en este nefasto lugar, donde lo único que me sosiega es,
el vago recuerdo de tu mirada, un papel en blanco,
y una pluma cargada de poesía.


II

Otro día  más,
perdida entre el engañoso humo de un amargo café,
continuo aquí, inmóvil,  invadiéndome de  rutina y sin sabores,
hueca de esperanza.
Sigo aquí, preguntándome, que puedo hacer ante este hábito inveterado
que me inunda de rabia e impotencia; atada de pies y manos, sin más escapatoria que,
estas desahogadas letras que ruedan a través de un  gélido teclado.



III

Hoy, la lluvia acentúa mi tristeza,
en el patio sin aire  donde cada atardecer
se desvanece  ante mis ojos el confín de mis sueños.

Hoy, el día es gris, más gris que de costumbre,

y no tengo ninguna ventana la cual pueda abrir

para gritar y escupir las babas que no dejan de ahogarme
en este  desierto callejón, ausente de vida.




IV

Nuevamente amanece, sin ninguna certidumbre,
sin absolutamente nada que me haga sentir un ápice de calor en mis venas.
Me ubico frente al espejo por un instante, intentando ver más allá de mi interior,
pero me flaquean las fuerzas, y no logro, o quizá, no quiera, verme con claridad.
Sé, que debo tomar una decisión, debo arrancarme de una vez y para siempre 
estas insoportables cadenas que, oprimen mis pensamientos disolviéndolos
como gotas de agua.

 
© Luisa López Gómez

lunes, 5 de noviembre de 2012

PALPANDO REALIDADES

Comienza a lloviznar sobre mi memoria
y mi piel empapada reclama tu presencia.
Agarro con fuerza el agua de la lluvia
intentando trazar tu nombre con mis dedos,
pero  las gotas de lluvia se escapan entre mis manos
sin tan siquiera alcanzar a componer la primera letra.
Calada hasta los huesos regreso por lo albores
persiguiendo tu recuerdo...

[...]

Congelo esa mirada de tu adiós en mi   memoria,
ante la adversidad me doy cuenta de que ya no estás
y de nuevo regreso a la realidad, palpando tu ausencia.

 © Luisa López Gómez