vino ayer a visitarme,
y una brisa recorrió mi cara
mientras tu olor respiraba
envuelta entre hojas secas
sobre la hierba pisada.
Mis pies,
ya cansados del camino,
reposaban en el tronco
de un árbol caído.
En mi, brotaban recuerdos,
del abrazo que no tengo
de la ausencia de tus besos
de las manos…
que se han ido.
La luz se tornó tibia y oscura
al percibir la amargura
que mis ojos reflejaban,
mi voz temblorosa
preguntó:
¿qué hacer sin el roce de tus labios,
sin el timbre de tu voz?
La luz tenue contestó:
Al tronco vivo
lo cura el tiempo,
el viento a ráfagas
sanará la herida de tu corazón.
Si, pero mientras tanto,
dime...
¿Qué hacer con mi vida?
¿Dime, qué hacer sin ti?
Estar contigo para siempre
me parecía poco tiempo,
ahora estar sin ti para siempre
me parece eterno.
Luisa LG
Hola, Luisa, llegué hasta aquí a través de otro blog amigo, realmente me gustó mucho, voy a quedarme como seguidor.
ResponderEliminarAlgunos pueden quejarse de que utilizo un discurso parecido en cada blog, pero, con sinceridad, cuando estoy de recorrida de blogs, se me hace difícil inventar una presentación personal para cada uno. Te aseguro que leo cada uno de los blogs a los que entro.
Sea como fuere, si tienes ganas, te invito a pasar por mi espacio.
Un saludo desde Argentina.
Humberto.
www.humbertodib.blogspot.com
Hola, Humberto, encantada de que te hayas hecho seguidor de mi blog, y será un placer para mi pasarme por tu espacio, estamos todos unidos en el mismo circulo compartiendo hermosas letras.
ResponderEliminarAquí todos aprendemos de todos.
Muchas gracias por tu discurso, siempre ániman a seguir escribiendo palabras como las tuyas.
Saludos desde Barcelona (España)