
mis letras, impotentes ante los espectros de la oscuridad.
Y me deshago como estatua de sal al ver tantas inmundicias.
¿Dónde está el Dios omnipotente que todo lo solventa?
¿Acaso esto es el infierno?
¿La vida prosigue?... ¡no para algunos!
Desangrémonos a versos por lograr la Paz...
Luisa
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUn buen título para un poemario; pero:
ResponderEliminarNo olvides nunca:
Que una rosa en sangre representa,
el fuego de antiguos amores
que paso a pasito regresan.
Vandy
Si, Luisa... ¿dónde está ese Dios? Imagino que no muy lejos, pero ¿hacia adonde mira?
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Lo recordaré Alfonso, muchas gracias y muchos besos!!
ResponderEliminarAsí es María, últimamente parece que mire para otro lado, y no escuche ni vea tanto malo que sucede, tendremos que gritar bien alto!!
ResponderEliminarUn beso grande también para ti.